Ya estamos oficialmente en verano y, aunque nos encanta todo lo que este simboliza, somos conscientes de que debemos prestar más atención a algunos aspectos básicos. Cuando pensamos en los días de calor, nos imaginamos rápidamente en la playa, bañándonos y bronceándonos, o haciendo cualquier plan con amigos. Pero, ¡ojo!, que las elevadas temperaturas pueden ser arriesgadas si no las tenemos presentes. Hoy compartimos contigo algunas claves para combatir la deshidratación este verano. Porque disfrutar pasa también por ser responsables de nuestra salud y cuidado. ¡Toma nota!
La deshidratación es un problema que puede tener graves consecuencias de un momento a otro, especialmente en verano. La prevención y la atención a ciertas señales previas pueden evitar que se agraven las consecuencias de la misma. Por eso es tan importante no solo saber identificarla, sino anteponerse y reducir drásticamente el riesgo de padecerla.
No beber lo suficiente, hacer ejercicio físico intenso o descuidarse en los días en los que además de calor hay humedad, pueden ser los principales motivos que desencadenen una deshidratación en verano; especialmente si se unen todos ellos, el riesgo aumenta considerablemente. Algunas enfermedades también pueden ser causa de la misma.
Sacia tu sed con el mejor equipo posible
Beber agua es un requisito indispensable en verano para evitar la deshidratación. Este aspecto se vuelve todavía más relevante cuando la exigencia es mayor: días de elevadas temperaturas (aún más si hay humedad), entrenamiento intenso al aire libre, días de sol y playa, etc.
Lo mejor que puedes hacer para asegurar una óptima hidratación es llevar siempre contigo una botella de agua. Aportar al organismo el líquido necesario, así como mantener un nivel correcto de sales minerales, son las claves para evitar la deshidratación. Así que no lo dudes, la botella de agua será a partir de ahora un imprescindible en tu bolso o mochila, vayas donde vayas, tengas o no sed, ir bebiendo a lo largo del día te ayudará y protegerá.
En Entrena Virtual sabemos de la importancia de mantenerse hidratado en el entrenamiento, así como fuera de él. Por eso, en nuestra tienda podrás encontrar la botella isotérmica más top, un complemento perfecto para mantener tus bebidas fresquitas durante el verano. Gracias a su excelente capacidad de aislamiento térmico, mantendrás tus bebidas fresquitas hasta 24 horas. ¡Hazte con tu botella de agua de Entrena Virtual!
Señales de una posible deshidratación
Los síntomas que pueden indicar una deshidratación son variados en función de cada persona y el nivel de gravedad del problema. Por lo general, estas son algunas de las señales a las que conviene atender:
- Sed.
- Sequedad de boca y nariz.
- Piel seca.
- Malestar y pérdida de apetito.
- Fatiga, cansancio, somnolencia.
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
- Vértigo y/o náuseas.
- Dificultad para ver de forma nítida.
- Desmayo.
- Aceleración del pulso y frecuencia respiratoria…
Claves para prevenir la deshidratación
Además de llevar siempre a mano una botella de agua e ir bebiendo con frecuencia, es importante que tengas en cuenta estas recomendaciones:
- Beber una suficiente cantidad de agua diaria.
- Aumentar el consumo de agua si se realizan actividades físicas, vigilando la pérdida de agua a través del sudor.
- Bebe cada poco tiempo a pesar de no sentir sed.
- Comer alimentos ricos en agua, propios de la temporada de verano (sandía, melón, melocotones, tomates, lechugas, pepinos, etc.).
- Utilizar ropa fresca y prendas transpirables, sobre todo, si se practica ejercicio físico.
- Ante la sensación de mareo, abandonar la actividad, dirigirse a la sombra y descansar. Beber agua a sorbos, moderadamente.
- No te expongas en exceso al sol y mantente en lugares frescos y ventilados.
- No tomar bebidas alcohólicas cuyo efecto es el contrario al deseado.
Personas mayores, niños o mujeres embarazadas y lactantes, deberán tener especial precaución, ya que pueden ser más vulnerables a una posible deshidratación. En caso de que esta ocurriera, es importante beber agua para recuperar el líquido, pero sin hacerlo de golpe ni bebiendo una gran cantidad en poco tiempo; a sorbos y con tranquilidad. En caso de observar que los síntomas no remiten o empeoran, será indispensable acudir al servicio médico para su evaluación.