Disponer de una rutina diaria de entrenamiento es un punto básico para disfrutar de un estilo de vida saludable y mejorar la calidad de vida. Sabemos que dar el paso de iniciarte en el ejercicio físico, cuando nunca lo has hecho antes, no es sencillo, pero basta con atreverse y vivir en el cuerpo y la mente las sensaciones posteriores a la práctica. Una vez que ya estamos hechos al entrenamiento y nos motivamos con ello, es común querer mejorar y progresar hacia el objetivo. Hoy queremos compartir contigo algunos consejos para mejorar el rendimiento deportivo y avanzar hacia el siguiente nivel. ¿Preparado para darlo todo?
Tanto si formas parte de la familia de Entrena Virtual, como si entrenas por tu cuenta, seguro que has notado una serie de cambios en tu cuerpo y en tu mente que van mucho más allá de lo que se ve en un espejo. Es un proceso de transformación que surge del movimiento diario del cuerpo: del entrenamiento de fuerza, de cardio y de las prácticas orientadas al equilibrio cuerpo-mente. Una vez entramos en este proceso de autodescubrimiento en el contexto deportivo y nos sentimos motivados, es normal querer progresar.
Es importante en este sentido que no te frustres si te sientes estancado, tampoco te agobies ni desanimes. Sabes que has vivido un proceso de desarrollo con respecto al punto de partida y ahora, si quieres aumentar el rendimiento deportivo, solo tienes que volver a revisar algunos puntos y enfocarte en ellos. ¿Quieres saber más? ¡Vamos allá!
Consejos para aumentar y mejorar el rendimiento deportivo
En ocasiones, cuando nos sentimos cómodos en nuestra rutina, tendemos a relajarnos y mantenernos en la conocida «zona de confort». Empiezas a sentirte bien en un ritmo e intensidad que antes no podías controlar y esto te hace sentirte fuerte y capaz de cualquier cosa. ¡Esto es perfecto!
Ahora bien, ¿qué ocurre si permaneces en esta parcela de comodidad de manera permanente? Que es probable que observes un estancamiento en tu nivel de forma física, en tus capacidades e, incluso, en los resultados obtenidos. Si detectas esto, lejos de entrar en la desilusión o perder tu motivación, tómalo como una alerta que te hará mejorar. ¡Es tu oportunidad de romper todas las barreras y pasar al siguiente nivel!
Podríamos referirnos al rendimiento como la relación entre aquello que hacemos para lograr nuestro objetivo y los resultados finalmente obtenidos. Para optimizar este aspecto y hacer que nuestras capacidades mejoren es fundamental fijarse en:
La alimentación e hidratación son claves
Come de forma equilibrada y variada, dando prioridad a los alimentos naturales por encima de los procesados. Hacer una compra inteligente te ayudará a no caer en ciertas tentaciones que entorpezcan tu camino hacia los objetivos. Apuesta por contar con los servicios de un dietista-nutricionista que pueda adaptar tu dieta a tus circunstancias personales (actividad, gustos, objetivos, etc.). De este modo no solo mejorarás los resultados a nivel superficial, sino que te sentirás más enérgico, más fuerte, vital, menos fatigado, etc.
Constancia y esfuerzo
No pasa nada si un día no cumples con tu entrenamiento porque tu cuerpo te pide descanso. ¡Es muy inteligente escuchar las señales del cuerpo! No obstante, cuando esto deja de ser algo excepcional y se convierte en una actitud frecuente, reduciendo cada vez más los entrenamientos, dejando de dar todo de ti, olvidando enfocarte en la activación de tu cuerpo, etc., es muy probable que las horas invertidas dejen de ser tan eficientes. El tiempo que estés entrenando da todo de ti, sé lo mejor que puedes ser; entonces, empezarás a observar el cambio. ¿No te gusta tu rutina, la actividad que haces o el método que empleas? ¡Cámbialo!
El poder de la visualización
Para lograr un objetivo y ser tu mejor versión, primero debes creerte que puedes conseguirlo. De lo contrario siempre irás dando dos pasos al frente y uno hacia atrás, ralentizando el progreso y perdiendo la motivación por el camino. Visualízate consiguiendo lo que deseas y deshazte de todos esos lastres que te estén frenando. Mejorar el rendimiento deportivo empieza por confiar en tu cuerpo y creerte capaz de conseguirlo.
Responsabilidad y seguridad
Entrenar a tope está bien, pero eso no quiere decir que debamos dar la espalda a las alertas que nos envía nuestro cuerpo. ¡Si tienes una dolencia, trátala! No dejes pasar el tiempo, porque no solo mantendrás la molestia, sino que podrías agravar la situación. En este sentido, puede que sigas entrenando y perjudicándote; o que por la molestia dejes, directamente, de entrenar. ¡Ni la una, ni la otra! Para, consulta con un profesional y preocúpate por tu puesta a punto. Resurge de nuevo y a por todas.
Descansar no es prescindible
Descansar no es una opción, es una necesidad y una parte del entrenamiento tan importante como la propia actividad. Así que, si en busca de aumentar tu rendimiento deportivo estás cada día machacando el cuerpo y poniéndolo al límite, ¡es hora de parar! Da prioridad a este punto, deja que tu cuerpo se recupere y asegúrate igualmente un descanso nocturno de calidad. Estar descansados es fundamental para conseguir los objetivos físicos, pero también para aumentar el rendimiento y sentirte bien en cualquier contexto, con buen humor y energía.
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