Seguro que en más de una ocasión has oído hablar de los ejercicios isométricos y te has preguntado de qué se trata. Hay muchos tipos de ejercicios y métodos de entrenamiento para sacar lo mejor de uno mismo y evolucionar en distintos planos. Trabajar de forma global, proporcionada y completa te permite desarrollar todas tus capacidades y convertirte en una persona todoterreno. ¿Quieres saber qué son los ejercicios isométricos? ¿Sueles introducirlos en tu rutina? ¡Veamos en qué consisten!
Algo que nos gusta en Entrena Virtual es probar diferentes ejercicios y métodos de trabajo con el fin de salir de la conocida zona de confort. Habéis visto en alguna ocasión cómo nuestros Vikikos y entrenadores han probado clases diferentes de la plataforma, con el fin de mostrar que es una genial idea innovar y retar al cuerpo. ¡Te sorprenderías de lo que eres capaz de hacer y ahora ni imaginas! ¿Te lo has perdido? ¡Eso es porque no formas parte de Entrena Virtual! Con nuestros planes de entrenamiento en línea tendrás acceso a todas las clases y rutinas.
En este sentido, también es recomendable variar en los ejercicios e incluir diferentes tipos en la rutina de entrenamiento. Nos encontramos entonces con los ejercicios isométricos, algo que seguramente hayas practicado muchas veces sin saberlo.
¿Qué son los ejercicios isométricos?
Cuando hablamos de ejercicios isométricos, nos referimos a aquellos que implican una tensión muscular sin movimiento o desplazamiento. El músculo se activa en una postura estática durante un tiempo concreto hasta que la propia fatiga muscular impide seguir manteniéndola. ¡Es posible ponerse fuerte estando quieto!
Este tipo de ejercicios, como pueden ser las planchas o las sentadillas isométricas, no requieren de material específico, tampoco de un gran espacio. Por ello, se pueden hacer en prácticamente cualquier momento y lugar, ya que basta con el propio cuerpo. Por otro lado, tienen un riesgo bajo de lesión al ser estáticos y permiten diferentes variaciones, para que cada persona pueda hacerlos de forma adaptada a su nivel.
Otro punto positivo de los ejercicios isométricos es que ya sea por tiempo, repeticiones o intensidad (puedes añadir cargas), resulta muy fácil ver la evolución. En el caso de la plancha, por ejemplo, puedes observar cómo empiezas aguantando treinta segundos y cada vez eres capaz de estar más tiempo hasta superar el minuto y mucho más. Esto resulta muy motivador y satisfactorio, pues se evidencia la evolución y la mejora de la fuerza muscular.
Beneficios de los ejercicios isométricos
Entre los beneficios de los ejercicios isométricos, podemos destacar:
- Permiten un entrenamiento global.
- No hay necesidad de repeticiones.
- Pueden hacerse en cualquier momento y lugar.
- Fortalecen tendones y ligamentos, favoreciendo la prevención de lesiones.
- Son aptos para diferentes niveles, edades o experiencia previa.
- Incrementan la fuerza y mejoran la estabilidad.
- En ocasiones suponen una buena alternativa para procesos de rehabilitación.
- Participan en la quema de grasas.
Es importante, sin embargo, que los ejercicios isométricos formen parte de una rutina de entrenamiento completa y no sean nuestro único entrenamiento. Como comentábamos al inicio del post, es fundamental un entrenamiento basado en el equilibrio, la variedad y el aumento progresivo de la exigencia. Entrenar con peso, realizar ejercicio cardiovascular, trabajar la flexibilidad, etc., son factores muy importantes que se complementan entre sí.
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